1. Para
aquellos hombres y mujeres, ese día comenzaba una vida llena de esperanzas y
felicidad. Pero ninguno olvidaría que gracias a hombres como Tom, ellos
disfrutaban de lo que su pobre hermano negro ya no podría conocer. Él que había
sido bueno y trabajador toda su vida, que había mantenido firme sus creencias y
principios sin embrutecerse jamás, que había ayudado a todos sus hermanos,
había con su muerte ayudado a los esclavos. (…)
Hombres y mujeres de raza blanca se lanzaron
a la lucha para conseguir que los negros gozaran de las mismas libertades y
privilegios que ellos, conscientes al fin de la gran injusticia que habían
llevado a cabo con aquellos hombres y mujeres por la única razón de poseer un
color diferente al de ellos.
Pero la lucha no fue sencilla
en modo alguno, pues no todos tenían las mismas creencias ni eran conscientes
de tal injusticia o si lo fueron poco les importó, y fue una batalla lenta y
penosa, donde el dolor y la injusticia siguieron su reinado. Así, muchos
perdieron la vida en el intento, sin embargo, el esfuerzo y el dolor merecieron
la pena.
Harriet Beecher Stowe: La cabaña del tío Tom
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